Cuenca y su bodega de Basilio

Ahora me diréis, pero qué pintará un post de cuenca y de uno de sus bares en un blog como este, que trata de las tecnologías y curiosidades que hay por el mundo. Sencillo: las tapas  más grandes y buenas que he probado en mi vida y sin pagar un duro por ellas, se encuentran en este gran pueblo, o pequeña ciudad, como cada uno prefiera llamarl@. Llámese pueblo o ciudad, sus paisajes y vistas son fantásticos, que quede claro.

La bodega de Basilio se llama el sitio sobre el que va el post. Visita imprescindible para todo aquel que vaya a Cuenca. Está en la calle de Fray Luis de Leon, cerca del río y de la parte vieja, muy cerca también de la puerta de Valencia. Pues nada al lío. Se trata de una bodega que siempre que se vaya, se va a encontrar a tope. No es muy grande pero además de la barra principal tiene otra barra donde se pueden apoyar las bebidas y tapas (imprescindible, sino no se pueden comer las tapas que se dan).

Con las primeras cañas, nos sacaron unos pequeños calditos, uno para cada. Y nosotros diciendo pues nada esta será la primera tapa. ¡Error! Es un pequeño aperitivo para que te tomes antes de la tapa que no era otra más que esto:

Segunda ronda: 2 cañas más y de recompensa: unas patatas a la riojana para picar, antes de que nos trajeran otra tapa más. Esta vez se trataba de unos chipirones a la plancha si señor, acompañados de una buena ensalada.

Y claro como uno es insaciable pues fuimos a por la tercera: esta vez nos sacaron unos pimientos rellenos. La verdad es que nos quedamos con ganas de comernos una cuarta tapa (tocaban unas chuletillas de cordero), pero ya no dabamos más de sí. Nuestros estomagos estaban llenos y lo dejamos para otra vez. ¿Buenas tapas verdad? 

Ah...y lo mejor de todo es, que 4 cervezas y dos botellas de agua con tooodas las tapas y entretapas  costaton 17 euros.... de risa verdad? Ala ya sabéis por donde cenar en Cuenca y sus preciosas calles.

100% recomendable también acudir en época de semana santa, para ver alguna procesión de alli. Realmente merece la pena.