Las mejores piscinas del mundo
Empiezo por la piscina más larga del mundo, que está nada más y nada menos que en Chile. Se trata de una piscina de agua salada, pero...no voy a hablar más de ella ya que al final daré más detalles.
En Vancouver se puede encontrar la Casa Shaw, una residencia privada de casi 300 metros cuadrados para un único inquilino, un afortunado inquilino que puede gozar de una extraordinaria piscina ubicada en el tejado de la vivienda y cuyo suelo es transparente, con lo que el agua sirve para filtrar la luz, además de para nadar.
Bali es probablemente uno de esos paraísos terrenales que alguna vez deberíamos visitar todos. En concreto en el resort de los Jardines Colgantes de Ubud se puede disfrutar de una piscina elevada sobre la vegetación que rodea el residencial de lujo en medio de bosques, volcanes y terrazas donde se cultiva el arroz.
Por el sudeste asiático, en la casa Tangga de Singapur. Construida alrededor de un patio central, una piscina sin bordes (mejor dicho, con los mismos de cristal, con lo que parece no tenerlos) bordea dos lados del edificio
En Europa hay que acercarse a Bélgica, donde se puede experimentar la sensación de bucear en un profundo túnel sin temor a quedar atrapado en el fondo del mar gracias al Nemo33, que con una profundidad de 33 metros permite el adiestramiento de submarinistas en una piscina que simula la profundidad que se puede alcanzar en el mar aunque en medio de tierra firme.
De nuevo en Singapur, seguro que alguna vez habéis visto fotos de la terraza del Marina Bay Sands Skypark, esa piscina a casi 200 metros de altura que es como un barco varado sobre unos rascacielos de 55 pisos de altura.
Bastante más discreta, pero no por ello menos espectacular, es esta piscina-balcón del Hotel Joule en Dallas (Texas, USA). Curiosamente este edificio anteriormente era el Banco Nacional de Dallas hasta que una empresa lo compró y lo transformó en hotel. A alguien se le ocurrió que un hotel sin piscina es un poco menos hotel y ya puestos, qué mejor que introducir alguna originalidad.
En Japón está el Seagaia y su Cúpula Oceánica. Una enorme estructura cerrada con una cubierta desplazable que alberga la recreación de una playa tropical, con su arena y sus olas y sus palmeras. Son 300 metros de largo por 100 de ancho y no importa que en el exterior luzca el sol o caigan chuzos de trueno. En este último caso el techo se cierra y simula un apacible cielo azul.
De nuevo en USA, pero esta vez pasamos de Dallas a Nueva York, se puede encontrar un apartamento, quizá algo estrafalario, situado en el 232 de la calle 15 Oeste, que cuenta con una piscina interior bastante llamativa. Está integrada en la propia decoración de la vivienda, ubicada en la exclusiva zona que hay entre Chelsea y la antigua zona del mercado de la carne, el Meatpack District de Manhattan.
Siguiendo en USA, y pasando al estado de Nevada, concretamente en Las Vegas, está la piscina-acuario del Golden Nugget que parece especialmente diseñada para que los huéspedes no se aburran mientras se remojan recostados en estas tumbonas semisumergidas mientras contemplas embobado las evoluciones de los habitantes del acuario, que queda situado cual pantalla de cine en la que se “proyectan” las andanzas (¿nadanzas?) de tiburones y demás seres acuáticos.
Y dejando lo mejor para el final....
Se encuentra la descomunal piscina de San Alfonso del Mar en Chile. Una piscina de agua marina que resulta ser la de mayor tamaño del planeta. Tiene más de un kilómetro de longitud, más que algunos lagos, y en función de la zona, tiene más de 3 metros de profundidad.
Es llamativo que se tenga una piscina tan grande a unos pocos metros del mar, pero para los que le tengan un poco de "tirri" a la area, algas y demás fondo marino es una solución ideal.
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